Podría llamarte por tu nombre, pero me prometí no hacerlo.
No voy a fallarme. No soy como tú.
Podría dejar de buscarte en mi cuerpo y en otros.
Podría dejar de recordar tus palabras cuando me recojo el pelo.
Podría cambiar de perfume y tirar las camisetas verdes con olor a nosotros.
Podría imaginarme el mundo sin ti y verlo desde otros ojos.
Podría apartarte la mirada y pasar de largo en vez de pararme en este sitio.
Podría no pensarte, no buscarte, no callarme y no abrazar los recuerdos.
Podría darte la razón, aceptar que siempre tropezamos y asumir que en una de estas nos quedaremos en el suelo riendo,
Podría llamar a que tus dedos hagan de paraguas ante tal lluvia.
Podría dejarte abandonado -a la suerte de tenerme (es mucha)-
Podría parar de comer pizza y hacer hueco en el estomago para otra charla-pelea.
Podría hacerte esperar treinta minutos más a la persona que te llevaba esperando (d)años.
Podría correr cada mañana y besarte como hace tiempo que no lo hago.
Podría y podría querer(te).
Podría y podrías querer(me).
Podría hacerte ver lo que te quería y lo poco que queda ahora.
Podría hacerte ver lo que te quería.
Podría hacerte ver lo que querías.
Podría hacerte ver.
Podría hacerte.
Podrías.
Podría.
Podríamos pudrirnos en el infierno.